Es inevitable sentir que quieres que todo se acabe cuanto antes.

Cuando se está en un proceso de separación es inevitable sentir que quieres que todo se acabe cuanto antes. Es muy fácil verte tentada a dejarlo todo en manos de abogados y jueces. Pero si lo haces así, pierdes la oportunidad de asumir tu responsabilidad, y es una pena. Porque solo asumiéndola puedes demostrarte que sí eres capaz de manejar estas situaciones. A través del proceso de mediación que hemos hecho con Marga, he podido sentir que no necesito a nadie que decida por mí, ni que me dé una solución a corto plazo. Ahora sé que cada vez que nos vuelva a suceder esto en el futuro (porque conflictos como madre/padre volverán a aparecer), nosotros tenemos capacidades para solucionarlo, buscando siempre el bien de nuestro hijo. Lo hemos demostrado ahora y lo haremos las veces que haga falta. A mí esto me da tranquilidad y fuerza. No optamos por la solución rápida, y sí por allanar el camino para el resto de nuestras vidas. R