Entre padres e hijos adolescentes

Mi hija no me hace caso. Mi hijo no habla conmigo. Qué padre con hijos adolescentes no ha sentido en más de una ocasión que su hijo se le escapa de las manos. En ocasiones, los conflictos propios de la adolescencia convierten la vida familiar en una pesadilla y los progenitores se sienten solos e impotentes a la hora de resolver estas situaciones.

La Mediación Familiar crea un espacio donde padres e hijos pueden escucharse mutuamente, donde se expongan las problemas de convivencia, las necesidades e intereses de todos. Todo ello con el objetivo de lograr una mayor comprensión mutua y buscar soluciones que respeten y atiendan a todos los miembros de la familia.

La Mediación Familiar es también un espacio de negociación donde se llegan a acuerdos en temas concretos sobre el reparto de tareas, horas de salidas y llegada a casa, estudios, uso del ordenador, teléfono, Internet, dinero, etc.